El tremolo flanger

Hola a todos!!!!

Soy el tremoloflanger y desde hace un rato recibí la invitación de la Bibel para contribuir con información aquí en su blog, no entiendo muy bien cual fue el motivo principal para esta decisión, por que la mera verdad no estoy muy inmerso en el movimiento de imagen de OBEY. Sin embargo me gustaría publicarle algo a Bibel y aprovechar que soy contribuyente de este blog, posteando cualquier tontería que se me ocurra de vez en cuando; hoy por ejemplo se me ha ocurrido una temática, mecánica y un poco acarameladosa, que consiste en publicar la pagina 117 del libro que se encuentren leyendo actualmente.

El libro que estoy leyendo actualmente es: La dama palída

Autor: Alexandre Dumas

Editorial:LOSADA

Genero: Literatura universal (relatos fantasticos)

Pagina 117.....................

Bajé a la capilla y vino a mi encuentro Smeranda, que me dijo:"Kostaki ama Edvige". Me lo expresó en presente y no en pasado;entonces, un sentimiento espantoso se apodero de mí, como si en realidad hubiera sido la mujer del hombre muerto. Gregoriska estaba palídorecargado sobre una columna. Los monjes cantaban salmos en lengua griega, estab lloviendo y había una cruel oscuridad. Parecía una reunión de demonios.Gregoriska se acerco al llamadó de Smeranda y me dijo que iba a traducirme las palabras de su madre:

--"Lloras a mi hijo, Edvige. Lo amabas,¿verdad?En adelante serás mi hija, como si hubieras sido la esposa de Kostaki. Siempre estaremos juntas"

El invierno había llegado con días cortos y fríos, a las cinco ya era noche cerrada. El difunto reposaba en la tumba de sus padres.

Yo pasaba casi todo el tiempo encerrada en mi habitación, muy débil; algo raro me estaba pasando. En medio de ensoñaciones creía que ni puerta se habría a la medianoche; después sentía dolor, pero luego ya no recordaba nada. Un día me vi frente al espejo, pálida y enferma. Tenía dos marcas en el cuello y una debilidad mortal se apoderaba de mí.

Todos los días a la misma hora tenía los mismos síntomas. Sentía que un pedazo de mi vida me abandonaba cada noche.